La provincia de Hunan, en el centro de China, ha sido golpeada por lluvias torrenciales que han provocado el desborde de ríos, deslizamientos de tierra y la evacuación de más de 150,000 personas. En tan solo una semana, han caído más de 500 milímetros de lluvia, el equivalente a un mes completo de precipitaciones.
Autoridades locales declararon estado de emergencia en varias ciudades, mientras equipos de rescate trabajan para acceder a comunidades incomunicadas. Este evento extremo forma parte de una serie de fenómenos climáticos agravados por el cambio climático, que también está afectando otras regiones del este asiático.