El Gobierno de Puerto Rico aprobó una ley que prohíbe la terapia hormonal, bloqueadores de la pubertad y cirugías de afirmación de género para personas menores de 21 años, imponiendo fuertes sanciones a los profesionales de la salud que violen esta normativa.
La medida ha generado un intenso debate en la isla, con organizaciones de derechos humanos y grupos LGBTQ+ rechazando la ley y anunciando recursos legales para impugnarla. Defensores argumentan que la ley puede afectar gravemente el bienestar de jóvenes transgénero y sus familias.